Nuevo sistema de protección y control de Red Eléctrica de España

14 Oct 2020
El nuevo sistema de protección y control con multifuncionalidad mejora la disponibilidad, operación, explotación y mantenimiento del sistema eléctrico nacional que gestiona Red Eléctrica de España (REE). Arteche es la primera empresa en desplegar esta nueva solución, las primeras instalaciones se realizan en las islas de Mallorca y Menorca, que gracias a los cables submarinos Península-Baleares y Mallorca-Menorca, dejan de ser, eléctricamente hablando, islas.
Nuevo sistema de protección y control de Red Eléctrica de España

Garantizar la estabilidad de un sistema eléctrico insular resultaba sumamente complejo por la dificultad de contar con el apoyo de sistemas asociados. Sin embargo, tras la puesta en marcha de la primera interconexión entre Mallorca y la península ibérica, se reforzó notablemente la garantía de suministro en Mallorca y el de las islas de Ibiza y Fomentera, unidas también a través de cables submarinos con Mallorca. Finalmente, con la construcción de la interconexión de Mallorca con Menorca se culminó la integración de todas las islas en un sistema único balear.

Con el objetivo de mejorar su sistema, REE establece entonces una nueva estrategia de protección, definida por como “multifuncionalidad”, que reduce el equipamiento por posición, a la vez que incorpora ventajas de cara a la operación y mantenimiento del sistema eléctrico.

Conexión Península-Mallorca

El proyecto resultó muy complejo tanto por el tendido del cable submarino, uno de los más largos y profundos del mundo, como por su tecnología, dado que el enlace se realizó con corriente continua.

El complejo sistema de control de las subestaciones de continua y alterna de las subestaciones entre la península y Mallorca se realizó con éxito por Arteche y desde 2012 el sistema se encuentra en servicio, garantizando la estabilidad y calidad del suministro eléctrico insular.

REE baleares
Conexión Mallorca-Menorca

Tras completar la interconexión entre la Península y Mallorca con la que se refuerza el suministro del archipiélago, el siguiente paso era garantizar el suministro entre ambas islas.

El enlace está formado por un cable terrestre-submarino tripolar de 132 kV y 2.300 toneladas. El trazado submarino es de 41,7 km, con una profundidad máxima de 8 metros, y el terrestre, soterrado, suma más de 13 kilómetros entre las dos islas.

Nuevo sistema de protección y control

Tradicionalmente REE disponía en cada posición de un sistema de protección compuesto por tres protecciones: primaria, secundaria y fallo interruptor. Además, cada posición contaba con un equipo multiconvertidor para la captación de las medidas de operación.

Con el fin de reducir el cableado de campo, todos los equipos de protecciones y medida son comunicados con los equipos de control de posición, donde Arteche es un claro referente en REE con más de 2000 equipos instalados en más de 270 subestaciones.

La nueva solución reduce de tres a dos el número de protecciones y elimina el equipo de medida cuya función se integra redundada en los dos equipos de protecciones. Las dos protecciones se configuran en espejo de manera que disponen de las mismas funciones de protección y con los mismos ajustes.

Esta nueva arquitectura permite realizar el mantenimiento de una de las protecciones de la posición, sin necesidad de solicitar un descargo en la línea, lo que facilita significativamente el mantenimiento del sistema a la vez que se mejora su fiabilidad. Esto implica que el sistema de control diseñado por Arteche debe gestionar la captación de los dos IEDs con la misma información y de manera redundante, tanto a nivel de señalización digital como a nivel de medida de la posición.

Este nuevo sistema permite mejorar la disponibilidad del sistema eléctrico a la vez que facilita la operación, mantenimiento y explotación del sistema eléctrico nacional.
Arteche es el primer proveedor de REE en desarrollar e implantar con éxito la nueva arquitectura de protección con esta multifuncionalidad.

La realización de estos trabajos se desarrolló en pleno confinamiento del país por COVID-19, lo que complicó la obtención de todos los permisos de trabajo, así como las tareas de logística relativas a los desplazamientos y los trabajos de puesta en servicio.